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Sagrado Corazón de Jesús, pensamientos y sentencias

sscc_5El corazón es núcleo de la vida, el primero que comienza a latir y último que fallece.

¡Una maquinaria maravillosa en extremo!

Por eso centramos en él toda la carga afectiva y singularmente el amor.

¡Es todo un símbolo!

Nunca se para, nunca descansa, nunca duerme.

Con su ritmo acompasado, va señalando las penas y las alegrías, los impactos del acontecer diario.

Es un centinela en la noche de la vida, siempre en servicio y sin pedir retribución.

Es el ejemplar de la entrega más perfecta y desinteresada, que nada exige y continuamente se da, es la muestra del amor auténtico.

Sin duda por eso ha querido el Divino Maestro concretar en ese órgano vital todo el amor y sacrificio que ha derramado por nosotros.

Su Corazón, traspasado por la lanza de la ingratitud y ofrecido así a la consideración de los hombres, es el reclamo más exigente de una correspondencia que nadie debe negar.

¡Se nos ofrece llagado porque tiene miedo de que nos olvidemos de tanto amor!

¡Sería hacernos reos de una inmensa ingratitud! ¡Seria despreciar el último recurso de su Corazón misericordioso!

Demos satisfacción a la exigencia amorosa del Corazón más sensible de cuantos ha habido en el mundo, que manda amar por precepto, al que tenia que amarse por gratitud.

¡Y es que, por esencia, Dios tiene que amar y sentirse amado!

1) Cuando un alma me ama y está dispuesta a consolar a Mi Corazón, Yo estoy dispuesto a darle cuanto me pide. Al alma que todo lo espera Mí, Yo no puedo negarle nada.

Nuestro Señor a Sor Josefa Meriendes

2) Este Divino Corazón me prometió para todos aquellos que se le consagraran, que los recibiría amorosamente, asegurándoles su salvación y tomando cuidado especial de santificarlos y de hacerlos grandes ante nuestro Padre Celestial en la misma medida en que ellos se preocupasen con sacrificio en extender el reinado de su amor en los corazones.

Santa Margarita María de Alacoque

san_bernardo_g3) El arcano insondable del Corazón de Cristo pone al descubierto por las heridas de su cuerpo.

San Bernardo

4) Esta mañana no podía pensar en el Corazón de mi Jesús sin experimentar tristeza, y le dije: Jesús mío, me haces sufrir (en el sentido de que yo sufro porque me parece que tú sufres)», y me respondió: Me olvidan. Ya no son solamente las almas mundanas las que me ofenden; son las almas religiosas las que me olvidan. Ya no son solamente las almas mundanas las que me ofenden; son las almas religiosas las que me olvidan. Oran y trabajan con una especie de piedad superficial, pero en la oración y en la acción el amor carece de solidez. ..¡Mi corazón es tan sensible al amor de las almas consagradas! ¡Soy tan sensible al amor verdadero, al amor que en todo no busca más que mi interés!

Ntro. Señor a la M. María de Sta. Cecilia

5) El Corazón de Jesús me desea y me busca.

San Buenaventura

6) Tan apasionado de amor por los hombres está mi Divino Corazón…, que si me dieran alguna muestra de amor, estimaría en poco todo lo que he hecho por ellos y querría, si fuese posible, hacer más todavía. Tú al menos dame la satisfacción de suplir, en cuanto puedas, su ingratitud.

Ntro. Señor a Sta. Margarita M.’ de Alacoque.

7) ¡Ábreme, Dios mío, tu Corazón! Oh, Jesús, ábreme tu sacramentado pecho para que pueda depositar en él todos mis amores. ¡Oh, Jesús!; repetidas veces has dicho que me recibirías generosamente en tu Corazón… Ábreme la puerta de ese Corazón; franquéame la entrada de tu pecho sacramentado; yo te abro el mío de par en par :introdúcete en él, oh, divino fuego; abrásame, consúmeme. Más ya siento en mi interior un extraño incendio… Pluguiese a Ti que toda me devorase.

Santa Gema Galgani

8) Mi Corazón en su agonía sufrió más por causa de las almas consagradas que por los crímenes de los mundanos, porque a las almas consagradas. Yo les doy copiosas gracias de luces y amor. El demonio teme mucho más a un alma en la que Yo obro con toda libertad que en una legión de almas tibias e indiferentes, en que mi acción está entorpecida, pues en las primeras Yo obro con todo mi poder, pero en las otras me veo obligado a dejarlas en su debilidad.

Ntro. Señor a la M. María de Sta. Cecilia

9) No hay medio más seguro para llegar a la perfección que estar consagrado a este Divino Corazón.

Santa Margarita María de Alacoque

10) No sé que haya en la vida espiritual ningún ejercicio de devoción que sea más a propósito para levantar un alma en poco tiempo a la perfección más alta.

Santa Margarita María de Alacoque

teresalisieux211) ¡Qué poco conocidos son la bondad y el amor misericordioso del Corazón de Jesús! Es cierto que para gozar de estos tesoros es necesario humillarse, reconocer la propia nada, y esto es lo que muchas almas no quieren hacer.

Santa Teresa de Lisieux

12) ¿Y Vos, amado de Dios, no experimentasteis el encanto de estos dulces latidos, que tienen para mí en estos momentos tanta dulzura, cuando estuvisteis recostado en la cena sobre este pecho bendito? Confieso que lo experimenté y lo re experimenté y su suavidad penetró en mi alma, como el azucarado aguamiel impregna de su dulzura un bocado de pan tierno; además, mi alma quedó asimismo caldeada, a la manera de una marmita bullente puesta sobre ardiente fuego. ¿Por qué, pues, habéis guardado acerca de esto tan absoluto si¬lencio, que no dijisteis algo en vuestros escritos, por poco que fuese, que lo dejase traslucir, al me¬nos, para provecho de las almas? -Mi misión era presentar a la Iglesia, en su primera edad, una sola palabra acerca del Verbo Increado de Dios Padre, que bastase hasta el fin del mundo, para satisfacer la inteligencia de toda la raza humana, sin que nadie, sin embargo, llegase nunca a entenderla en toda su plenitud. Pero publicar la suavidad de estos latidos estaba reservado a los últimos tiempos, a fin de que al escuchar tales cosas el mundo, ya decrépito y envejecido en el amor de Dios, se vuelva otra vez a calentar.

El Discípulo Amado a Sta. Gertrudis

13) Si supieras lo sediento que estoy de hacer¬me amar por los hombres, nada perdonarías para esto. ¡Tengo sed! ¡Me abraso por el deseo de ser amado!

Ntro. Señor a Sta. Margarita M.’ de Alacoque

14) Ninguno de cuantos le sean particularmente devotos (del Sagrado Corazón) y le estén consa¬grados, perecerá… No puedo creer que las perso¬nas consagradas a este Divino Corazón…, con talque se conformen en todo a sus santas máximas, puedan perecer o caigan bajo el dominio de Satanás por el pecado mortal.

Santa Margarita María de Alacoque

15) Entonces fue cuando me descubrió las ma¬ravillas inexplicables de su amor puro, el exceso a que le había conducido el amor a los hombres, de los cuales no recibía sino ingratitud y desprecios, «Esto, me dijo, me es mucho más sensible que cuanto he sufrido en mi pasión, tanto que si te devolvieran algún amor en retorno, estimaría en poco todo lo que hice por ellos y querría hacer aún más, si fuera posible; pero no tienen para «responder a mis desvelos por procurar su bien, no frialdades. Mas tú, al menos, dame el placer; suplir su ingratitud en cuanto seas capaz de hacerlo».

Ntro. Señor a Sta. Margarita M.’ de Alacoque

16) Hija mía, tengo sed de almas, que ofrezcan mi Corazón un consuelo proporcionado al dolor e la causan tantísimas creaturas. Tengo necesidad de víctimas, pero de víctimas fuertes. Para calmar la ira justa y divina de mi Padre del Cielo necesito que se presenten almas cuyos padecimientos, tribulaciones e incomodidades suplan la malicia e ingratitud de los pecadores.

Ntro., Señor a Sta. Gema Galgani

gemma_galgani217) No temas nada, porque el Corazón de Jesús el trono de la Misericordia donde los más pobres y miserables hallan precisamente acogida.

Santa Gema Galgani

18) ¡Si el sacerdote conociese qué tesoros de amor encierra para él mi Corazón!… Margarita María ha dado a conocer mi Corazón al mundo; tú dalo a conocer a mis sacerdotes; atráelos a todos a mi Corazón… Necesito de ellos para realizar mis planes… Mi corazón es el cáliz de mi sangre: si alguien hay que tenga la obligación y derecho de beber en este cáliz, ¿no es, por ventura, el Sacerdote, que cada día acerca sus labios al cáliz del Altar? Venga, pues, él a mi Corazón, y beba…

Ntro. Señor a M. M.’ Luis M. Claret

19) Es preciso recurrir sin parar al manantial dela vida; diríase que en estos tiempos tan tristes ,la Santísima Trinidad no derrama sus bendiciones, ni se deja vencer, sino en el nombre del Corazón adorable de Jesús.

Santa M. Sofía Barat

20) Nuestro Glorioso Protector San Miguel….me certificó de nuevo estar él encargado de la causa del Corazón de Jesús, como uno de «los mayores negocios» de la Gloria de Dios y utilidad de la Iglesia, que en toda la sucesión de los siglos se han tratado, lo que ha que el mundo es mundo.

V. P. Bernardo de Hoyos

20) Practicar la Devoción al Corazón de Jesús es proponerse conquistar todo el mundo para Dios. ¿Podremos acaso nosotros proponernos la empresa, casi diría loca, de la conversión del mundo al Corazón de Jesús? No; no somos nosotros quienes oramos, combatimos o vencemos; es El. Injertados nosotros en El por la gracia, todo lo podremos. Por tanto, hemos de reunir nuestras oraciones, nuestras actividades, nuestras lágrimas, nuestras inmolaciones, nuestro apostolado y arrojarlo todo en el Corazón de Cristo en aras del sublime ideal de amor que El nos propone.

Monseñor Olgati

Fuente: Libro Siguiendo las huellas
Recopilados y seleccionados por el P. Anselmo del Alamo Sch. P.