Logotipo de la Vicaría Zona del Maipo
La vicaría del Maipo ha diseñado un logo en la cual los dos Decanatos Inmaculada Concepción y San José están representados al centro de la imagen con las iníciales de María que nutre la religiosidad de la zona y en el lirio está representado el patrocinio de San José.
Las trece estrellas representan a cada una de las Parroquias que conforman la zona eclesiástica de la vicaria.
Las líneas onduladas representan a Rio Maipo que es propio y significativo de esta zona.
La franja vertical de color verde representa al Valle del Maipo.
La franja azul representa el cielo claro del valle.
Y la cruz en el ángulo superior que, – une las dos franjas – está puesta como meta de la evangelización que es el centro y culmen de la vida cristiana.
Esperamos situar este signo en el corazón de los hombres que caminan al encuentro del Señor y de la cultura en sus diversos aspectos del quehacer social y religioso.
Un ejemplo sacerdotal
Queremos presentar la vida de un sacerdote ejemplar. Se trata del Padre Clemente Díaz Rodríguez quien fuera Cura Párroco de la localidad de Maipo desde 1886 hasta 1905, año de su partida de este mundo.
El P. Clemente, o “Don Clementito”, como cariñosamente lo llamaban muchos de sus feligreses, nació en Santiago el 28 de junio de 1848 del cristiano matrimonio de Don José Clemente Díaz y de Doña Mercedes Rodríguez, siendo bautizado dos días después en la Parroquia Santa Ana con los nombres de Clemente Pedro Pablo. Su escolaridad la cursó ,junto a su hermano menor, como alumno de los Padres de la Compañía de Jesús en Santiago. Ahí nacerán grandes amistades que durarán toda su vida y que en variados testimonios expresan el talante humano y la altura moral del joven Clemente. Después de una tanda de ejercicios espirituales realizados en el año 1871 descubre que Dios lo llama a ser su Sacerdote. De esta manera comienza a prepararse para ello de un modo bastante informal, ya que dicha preparación no la recibió en un Seminario, sino que fue fruto de sus personales estudios. Semejante labor, ardua y sacrificada, tuvo que armonizarse con la administración de la hacienda de Campusano (la cual era su hogar) y que asumió a la edad de 23 años, desde 1871 hasta 1873. En el año 1872 Chile sufre una terrible epidemia de viruela y el ardor de la caridad del joven Clemente se pone a prueba y triunfa. Es así como auxilia a sus hermanos sufrientes en el Lazareto de calle Sta. Isabel, en compañía de otros ilustres jóvenes de la sociedad capitalina.
Clemente Díaz pasa a ser el Padre Clemente, porque el 30 de mayo de 1874 es ordenado Sacerdote. Pasará sus primeros 12 años de ministerio viviendo en la hacienda de Campusano y auxiliando a sus hermanos Sacerdotes del sector, predicando misiones en los campos, creando Iglesias con su propio patrimonio, fundó un hospital, fue recolector e incluso enfermero de los enfermos de cólera, en fin, llevó el buen olor de Cristo por donde estuvo.
Es así que el 23 de noviembre de 1886 es nombrado Párroco de la Parroquia de Maipo, y lo será hasta su muerte. Estando en dicha Parroquia funda la congregación de Hermanas de la Misericordia; predica el Evangelio incesantemente; asiste a los pobres como lo hace un verdadero padre, llegado a empobrecerse él; reforma las costumbres de un pueblo endurecido; ama hasta donde el corazón sacerdotal puede, hasta dar la vida por la persona amada, como enseñó el Divino Maestro. Es por eso que razón tenía al decir “Hace veinte años vine a esta parroquia, joven, rico y con salud, hoy me retiro pobre, viejo y abrumado por los padecimientos. Gracias te doy, Señor, porque me dejaste cumplir mi misión…”. Estando enfermo, y antes de morir, manifestó su preocupación porque “sus hijas”, las Hermanas de la Misericordia, vivieran siempre muy unidas, de igual modo manifestó su preocupación por los pobres de Parroquia.
El día 17 de septiembre de 1905, faltando cinco minutos para las cinco de la tarde, el fúnebre tañido de las campanas anunció a la consternada población de Maipo, a sus hijos e hijas, a las religiosas por él fundadas, a los pobres que tenían en él a un padre y protector, que “Don Clementito” había volado a la eternidad.
El Padre Clemente Díaz, Cristiano virtuoso, Sacerdote ejemplar, gala del clero chileno, honra de la Diócesis de San Bernardo, murió en fama de santidad y sus restos se veneran en el “Santuario de la Purísima de Maipo”, Parroquia que escuchó su voz por 19 años.
“Clemente Díaz Rodríguez pasó por el mundo haciendo el bien”
DIÁCONO RODRIGO VÁSQUEZ MUÑOZ