“La historia tiene un sentido, porque está ‘habitada’ por la Sabiduría de Dios.” Con esas palabras el Papa Benedicto XVI ha saludado a muchos peregrinos reunidos en la plaza San Pedro para el primer Ángelus de 2010. Ver Video
El Papa ha dedicado los próximos 12 meses a las propias reflexiones, invitando a todos a esperar sólo en Dios y no en “improbables pronósticos ni tampoco, siendo importantes, las previsiones económicas”.
Con el nacimiento de Jesús, de hecho, el Señor ha revelado “en modo completo y definitivo la voluntad de estar con el hombre, de compartir su historia para guiarnos a todos a su Reino de amor y de vida”.
Y sin embargo, ha reconocido el Pontífice, “el designio divino no se cumple automáticamente, porque es un proyecto de amor, y el amor genera libertad y pide libertad. Cada hombre y mujer es responsable de acogerlo en la propia vida, día a día. Por esto, también el 2010 será más o menos ‘bueno’ en la medida en la que cada uno, según la propia responsabilidad, sabrá colaborar con la gracia de Dios”.
“Cada vez que el Señor quiera dar un paso hacia adelante, con nosotros, hacia la “tierra prometida”, llama primero a nuestro corazón, espera, por decirlo de alguna forma, nuestro “sí”, en las cosas pequeñas y en las grandes opciones”.