En un ambiente de hondo recogimiento espiritual y dolor, y rodeado de sus familiares y amigos, el Domingo 22, el Obispo de San Bernardo, Monseñor Juan Ignacio González despidió los restos de cuatros de los detenidos desaparecidos de Paine.
Fallecidos trágicamente en 1973, y entregados recientemente por el Ministro investigador. Estaban presentes los familiares más cercanos, las viudas de varios de ellos, sus hijos y nietos.
Desde el día anterior, en que el Párroco de Paine, padre Mario Grandón, celebró también la Santa Misa, las familias permanecieron en un vigilia de oración y acompañamiento.
Junto al Obispo se encontraba el padre Luis Gabriel Barrero, párroco de Santa Teresa de Huelquén. El Obispo en su homilía repudió los hechos que condujeron a la muerte de estos hermanos nuestros, llamó a las familias al perdón cristiano y señaló que Dios nuestro Señor al mismo tiempo que es infinitamente justo es misericordioso. Donde no llega nuestra justicia humana, llega la de Dios, que conoce nuestros corazones, dijo. Pidió para que nunca más en nuestras Patria se llegue a conflictos tan graves y violentos y por la unidad de nuestra Patria y para que todos aprendamos de estos hechos dolorosos. Al final, tres de los fallecidos fueron llevados en un largo y emotivo cortejo al Cementerio de Huelquen y el otro al Cementerios Parroquial de Paine.
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