Al iniciarse el Mes de María, publicamos el mensaje enviado por Monseñor Juan Ignacio González a todos los sacerdotes, religiosas y fieles de la Diócesis, para que con alegría y devoción lo celebremos.
Queridos fieles de la Diócesis de San Bernardo
Iniciamos una vez más este tiempo de gracia y particular devoción a la Madre de Dios, que es el Mes de María. Seguimos con ello una antigua tradición de fe en nuestra Patria, que hace salir del corazón de los cristianos los mejores deseos de amor a Dios y al prójimo.
En todas nuestras parroquias y comunidades, en las familias y escuelas, en muchos lugares de trabajo, la imagen de María estará adornada con “flores y guirnaldas”, expresión del amor de los hijos a la Madre. Acudimos a ella con oraciones y cantos que conocemos casi de memoria y nos acogemos a su protección como desvalidos y algunas veces preocupados por las realidades que vivimos.
Pido a todos mis hermanos y hermanas reavivar la fe en Jesucristo, nuestro Salvador acudiendo con devoción de niños a Su Madre y en particular rezando el Santo Rosario, oración especialmente recomendada en las apariciones de María a los pastorcitos de Fátima. Reunámonos en nuestros templos, en las familias y lugares de trabajo, hagamos un alto en el correr de los días, para orar y mirar a la Madre de Jesús, como hijos que acuden al corazón de una bondadosa Madre que todo lo puede ante nuestro Buen Jesús.
Seamos pedigüeños con la que San Bernardo llamaba la Omnipotencia Suplicante, pues la Santísima Virgen María todo lo puede conseguir de su Hijo y nosotros estamos siempre necesitados. Pidamos por nuestra Iglesia que sufre, por nuestros propios pecados y errores, por nuestra Patria, para que vivamos en paz y en concordia, por nuestro legisladores, para que nos den siempre leyes que sean conformes a las Leyes de Dios, por nuestras familias, por los que sufren, los enfermos y los ancianos y tantos que se sienten abandonados y por aquellas cosas personales que quisiéramos ver solucionadas.
Así, llegaremos al día 8, la gran Solemnidad de la Virgen María que nos recuerda su Inmaculada Concepción, amando más a Jesús, a su Madre y a nuestra Santa Iglesia.
Que el Señor los bendiga y la Madre de Jesús sea cada día más Madre nuestra
+ Juan Ignacio González Errázuriz
Obispo de San Bernardo