Fue el llamado del Obispo de San Bernardo a los sacerdotes durante la celebración de la Misa Crismal de este Miércoles Santo, en donde además los instó a impulsar la Misión Joven y el año dedicado a la fe.
Como ya es una tradición, desde todos los rincones de la Diócesis de San Bernardo cientos de fieles llegaron hasta la Iglesia Catedral para acompañar a los presbíteros y religiosos, quienes renovaron ante el Sr. Obispo sus promesas sacerdotales, realizadas el día de su ordenación.
En su homilía el prelado de San Bernardo señaló que “Estar a disposición de Cristo significa identificarnos con su entrega “por todos”; estando a su disposición podemos entregarnos de verdad para todos”.
Además destacó que “Nosotros sacerdotes del señor, tenemos que dejar de lado lo propio, para revestirnos de la grandeza de Dios y de la humildad de Dios y hacernos otros Cristos… Nosotros sacerdotes del Señor, al vestirnos de Cristo tomamos también del Pueblo de Dios, que hoy día nos acompaña, en gran cantidad de todas nuestras comunidades, sus angustias, sus esperanzas, sus desilusiones, el miedo”
“Hoy queridos hermanos, venimos aquí, delante de Dios nuestro Señor, en esta Iglesia Catedral a reafirmar nuestro ser sacerdotal, sacerdotes ciento por ciento. Con debilidades, con caídas, con dificultades, pero con el corazón y la mente puesta en la misericordia de Dios… Cuando el pueblo de Dios nos ve celebrar la santísima eucaristía, cuando nos ve administrar los sacramentos, cuando le expresamos nuestra cercanía en los momentos de dolor, como en estos días ha hecho la Iglesia frente a los acontecimientos que a todos nos han removido, es Cristo quien se acerca al hombre. Continuamos la obra redentora de Cristo en el pueblo de Dios a través de nuestro sacerdocio”.
Además Monseñor Juan Ignacio indicó en su homilía que “Es un tiempo donde el Señor nos pide coraje para decir y defender la verdad sobre el hombre… La verdad con caridad aunque duela. El Santo Padre nos ha llamado, a partir del mes de octubre, a un Año de la Fe, quiere que repasemos con el pueblo de Dios, todas verdades fundamentales que animan nuestra vida y dan sentido a nuestro ser… nos uniremos con especial dedicación en este año en que la Diócesis cumple 25 años desde que fuera creada por el entonces Papa Juan Pablo II…”
Al finalizar insto a los fieles a rezar por los sacerdotes, por las vocaciones a la vida religiosa y por la Patria, para vivir en una sociedad donde reine la paz. Asimismo destacó que “estamos en un tiempo de misión, particularmente con los jóvenes, nos preocupa a todos nosotros nuestra juventud, oremos por ellos y trabajemos firmemente para que el mensaje de Jesús y la enseñanza de la Iglesia llegue a ellos”.
A continuación se procedió a la renovación de las promesas sacerdotales. El Sr. Obispo se dirigió a los presbíteros, quienes afirmaron en voz alta su fidelidad al sacerdocio.
Los numerosos asistentes que se congregaron en la Catedral de San Bernardo, siguieron con devoción y respeto la celebración religiosa.
Acto seguido, Monseñor Juan Ignacio consagró el Santo Crisma y bendijo los Santos Óleos de los catecúmenos y de los enfermos, que se usarán durante el año en los sacramentos del Bautismo, Confirmación y Unción de los Enfermos, los cuales entregó a cada vicario de la diócesis.
Con esta solemne ceremonia la Iglesia que peregrina en San Bernardo se prepara a vivir la Pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo
