Destacó Monseñor Juan Ignacio González durante la celebración de la Misa de la Institución de la Eucaristía y del sacerdocio, este jueves santo desde la Iglesia Catedral de San Bernardo.
La santa Misa de la Cena del Señor se trasmitió de manera remota por las diferentes plataformas digitales y comunicacionales de la Diócesis.
Al comenzar la Eucaristía el Obispo de San Bernardo señaló que “Iniciamos el Santo Triduo Pascual con la Institución de la Eucaristía. Le encomendamos al Señor la realidad que vive nuestra Patria, el momento difícil que se está enfrentando particularmente en a pandemia, por la Paz entre nosotros. Encomendamos a todos los enfermos del Covid, especialmente los que están in ternados en nuestro Hospital Parroquial para que el Señor les permita salir adelante. Pidamos sobre todo por nuestra primera línea, particularmente nuestro personal médico que día a día está exponiéndose al contagio”.
Luego de las lecturas, el Sr. Obispo señaló en su homilía que este tiempo de pandemia se ha transformado en un momento en que la comunicación telemática nos ha ayudado a estar cerca de Dios por lo cual podemos “Adorar al Señor virtualmente, visitar nuestras capillas de adoración que se han mantenido durante todo el tiempo de la pandemia y a las cuales se puede ir virtualmente para adorar, para rendir culto a Dios…”
“Agradecer la presencia en nuestra vida de los sacerdotes, que siendo hombres pecadores como todos nosotros, renuevan incesantemente el sacrificio y la santa cena de la eucaristía para el pueblo de Dios”, enfatizó durante la ceremonia que se celebra la institución del Sacerdocio.
Frente a las medidas impuestas por el Minsal y el Gobierno para la presencia de fieles en los templos destacó que “Es verdad que la autoridad después de un pronunciamiento de la Corte Suprema que reconoce el derecho de todo fiel a la celebración de los sacramentos, particularmente de la misa dominical, que reconoce y establece que no se puede tomar medidas que de tal manera coaccionen este derecho que esta establecido en las leyes en nuestra constitución y en los tratados internacionales y que de tal manera restrinjan que al final en la practica terminan suprimiendo la presencia física de los fieles como hoy día vemos”.