En el día nacional del Catequista, Monseñor Juan Ignacio envía un mensaje a todos los catequistas de la diócesis
Queridos catequistas de nuestra diócesis
Junto con la Solemnidad de la Ascensión del Señor a los cielos, la Iglesia celebra el día del catequista, es decir, de aquellos hombres y mujeres que dedican parte importante de sus vidas a trasmitir la fe a sus hermanos, sea en la catequesis con niños y jóvenes, sea en la de adultos. La transmisión de la fe es un proceso completo y sistemático que requiere de uds., como testigos del Señor en medio del mundo, ser verdadero testigos y misioneros del Señor Jesús. La Iglesia ha tomado siempre como texto bíblico inspirador del trabajo pastoral de la catequesis, aquel precioso ejemplo que puso el Señor: “Una vez salió un sembrador a sembrar” (Mc 4,3). Allí la semilla es la Palabra de Dios, el sembrador es Jesucristo y nosotros sus colaboradores, enviados a esparcir la Buena Nueva por toda la tierra.
Nuestro trabajo como servidores del Señor no se funda en una eficacia humana, sino en la humildad de ser instrumentos en las manos de Dios. En este tiempo en que hay tantos que están esperando el anuncio misionero, los catequistas diocesanos tiene una particular responsabilidad: ser muy fieles a la transmisión del Evangelio y de las enseñanzas que la Iglesia nos entrega para atraer a muchos al Evangelio.
Esa misión particular de cada uno de ustedes se funda, primeramente, en la propia fidelidad a la fe de la Iglesia, expresada en la vida personal, familiar y social y en entregar con amor el contenido de la fe que profesamos. Exige de todos y de todas, audacia y valentía para no dejarse llevar por miradas humanas en una obra divina. Requiere de todos un conocimiento profundo de los contenidos de la fe que enseñamos. Así, misión, vivencia personal de la fe y conocimiento de la misma, son elementos esenciales de la vida de un verdadero catequista. Por estas razones, es muy importante trabajar seriamente en la formación permanente de cada uno de ustedes y por eso sigue siendo de vital importancia que todos los que puedan cursen el Diplomado en Catequesis Parroquial que imparte el Instituto Superior de Ciencias Religiosas, para mejorar su propia formación y poder ser cada día mas fieles a la vocación de catequistas que cada uno ha recibido. Pido a todos su oración por el trabajo de la comisión de laicos y sacerdotes que están preparando los nuevos libros para la catequesis de Primera Comunión y Confesión.
Envío a todos ustedes mis saludos más afectuosos, agradeciéndoles en nombre del Señor y de la Iglesia su servicio fiel, desinteresado y permanente a la Iglesia.
Que el Señor y su Madre del cielo los llenen de sus bendiciones.
+ Juan Ignacio, Obispo de San Bernardo
San Bernardo, Domingo 5 de Junio de 2011, Solemnidad de la Ascensión del Señor