Con una multitudinaria eucaristía presidida por Monseñor Juan Ignacio González en la Catedral de San Bernardo.
Los cientos de fieles que se congregaron en el templo, se adhirieron con gozo a este día transcendental para la Iglesia que peregrina en Chile y en el mundo.
En el presbiterio se colocó un altar con la imagen del beato Juan Pablo II para su veneración.
Luego de la lectura del Evangelio, Monseñor Juan Ignacio González destacó en su homilía que “Es un día de alegría y gozo la para la Iglesia, ya que se celebra la fiesta de San José; la fiesta de la Divina Misericordia y la beatificación de Juan Pablo II”.
Sobre la figura del nuevo beato de la Iglesia Católica señaló que “Fue un hombre que marcó la historia de la Iglesia en un momento de mucha tensión en los países europeos y en América latina. Su intervención para evitar la guerra entre Chile y Argentina en el año 1978, previno la muerte de muchos hermanos chilenos y argentinos”
“Su vida estuvo dedicada al Señor. Renovó la vida de la Iglesia con sus escritos y con sus 104 viajes. Debemos asimilar el legado de Juan Pablo II y anunciar el amor de Dios a los hombres”. Destacó el Obispo de San Bernardo.
Al finalizar la ceremonia se expuso la imagen del Beato Juan Pablo II para su veneración.