Monseñor Juan Ignacio instó a los fieles a acrecentar la fe en Jesucristo y a estar en comunión con la Iglesia.
A pesar del frio, cientos de fieles con velas en mano se congregaron en la Catedral de San Bernardo, para participar de la de la Vigilia Pascual, en la que se celebra la resurrección de nuestro Señor Jesucristo.
El Obispo de San Bernardo presidió la eucaristía que estuvo concelebrada por el Padre Andrés Chamorro, rector del seminario Mayor San Pedro Apóstol.
La vigilia comenzó en las puertas del templo con la solemne bendición del fuego, con el cual se encendió el cirio pascual, signo de Cristo resucitado. Los seminaristas fueron prendiendo las velas de los asistentes, que fueron iluminando poco a poco los rostros y las naves de la Catedral.
Luego, el pregón pascual recordó la historia de la salvación. Concluidas las siete lecturas del Antiguo Testamento el cantico de los Ángeles anunciaron el nacimiento del Salvador.
En su homilía Monseñor Juan Ignacio señaló que “La resurrección de Cristo que hoy celebramos solemnemente, como en todas las Iglesias extendidas por la tierra, quiere decirnos muchas cosas que son importantes para todos nosotros”.
“Al resucitar del sepulcro nos vuelve a confirmar que Él es el hijo de Dios vivo y por eso hoy en un día para acrecentar nuestra fe a Jesucristo nuestro Señor salvador del mundo. Él es que rige la historia y el mundo; Él es nuestro rey, sólo a Él seguimos y lo seguimos en la fe de la Iglesia, única y verdadera que Jesús fundó y asentó sobre Pedro y los apóstoles en comunión con Él”
Instó a los fieles a no separar a Jesucristo de la Iglesia porque ella simplemente debe continuar su obra. Debemos acrecentar nuestro amor a la Iglesia.
Después de la homilía los asistentes a la luz de Cristo resucitado renovaron las promesas bautismales, renunciando al pecado para renacer a una vida nueva.
Al finalizar la ceremonia el Obispo de San Bernardo se dirigió al Altar de la Santísima Virgen María para dar un solemne saludo y dar la nueva buena a todos que Cristo ha resucitado.
