Benedicto XVI auguró este domingo que la ostensión extraordinaria de la Sábana Santa en Turín ayude a buscar el rostro divino.
En sus saludos tras el rezo del Regina Caeli junto a los peregrinos presentes en el patio del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo y, a través de la televisión, a cuantos estaban presentes en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Papa aludió a la solemne ostensión que comenzó ayer sábado 10 de abril, y que concluirá el 23 de mayo próximo.
“Yo también, si Dios quiere, me acercaré a venerarla el próximo 2 de mayo”, afirmó el Pontífice.
“Me alegro por este acontecimiento, que una vez más está suscitando un vasto movimiento de peregrinos, pero también estudios, reflexiones, y sobre todo una llamada extraordinaria hacia el misterio del sufrimiento de Cristo”.
“Auguro que este acto de veneración ayude a todos a buscar el Rostro de Dios, que fue la aspiración íntima de los Apóstoles, como también la nuestra”, concluyó.