S.S. Benedicto XVI ha dirigido su primer rezo mariano del Ángelus desde Castel Gandolfo, tras su estancia en el Valle de Aosta.
Ante los miles de files congregados en el patio de su residencia estiva, el Santo Padre ha saludado a todos los presentes agradeciendo la acogida cordial. En su alocución previa al rezo mariano, el Papa ha recordado que el Año Sacerdotal que estamos celebrando “constituye una ocasión preciosa para profundizar en el valor de la misión de los presbíteros en la Iglesia y en el mundo”.
En este sentido el Pontífice ha recordado a algunos santos, como san Alfonso María de Ligorio, gran maestro de teología moral y modelo de virtudes cristianas y pastorales, siempre solícito a las necesidades religiosas del pueblo. Reflexionando después sobre san Francisco de Asís, cuyo ardiente amor por la salvación de las almas, es un ejemplo que todo sacerdote debe constantemente alimentar. Y a este punto se ha referido al conocido “Perdón de Asís” que hoy celebramos, y que obtuvo del Papa Honorio III después de haber tenido una visión, mientras se encontraba en oración en la pequeña iglesia de la Porciúncula. “Apareciéndosele Jesús en su gloria, y a su derecha la Virgen María junto a muchos ángeles -ha evocado el Papa- le pidió que expresara un deseo, y Francisco imploró un ‘amplio y generoso perdón’ para todos aquellos que ‘arrepentidos y confesados’ visitaran aquella iglesia”.
Sin esperar la aprobación pontificia, san Francisco anunció con diligencia de esta manera a sus hermanos la buena noticia: “¡Hermanos, quiero enviaros a todos al Paraíso!”. Desde entonces, desde el mediodía del 1 de agosto a la medianoche del día 2, se puede lucrar, con las condiciones debidas, la indulgencia plenaria también para los difuntos, visitando una iglesia parroquial o franciscana.
Después el Papa ha aludido a san Juan María Vianney de quien el 4 de agosto celebraremos el 150 aniversario de su muerte. Por este motivo, se ha querido celebrar este Año Sacerdotal y precisamente él será el protagonista en la Audiencia del próximo miércoles, en la que Benedicto XVI hablará en su catequesis de este humilde párroco que, “constituye un modelo sacerdotal para los párrocos y los demás sacerdotes”.
De san Gaetano de Thiene -que celebraremos el día 7-, Benedicto XVI ha subrayado lo que solía repetir: “las almas se purifican con el amor de los hechos, no con el amor sentimental”. Y sobre santo Domingo, -que celebraremos al día siguiente-, se ha escrito que “abría la boca o para hablar con Dios en la oración, o para hablar de Dios. Y ha finalizado aludiendo a la gran figura del Papa Montini, Pablo VI del que el día 6 de agosto se cumplirá el 31 aniversario de su muerte ocurrida en Castel Gandolfo: “Su vida, tan profundamente sacerdotal y rica de tanta humanidad, queda para la Iglesia como un don del que hay que dar gracias a Dios. Qué la Virgen María, Madre de la Iglesia, ayude a los sacerdotes a estar totalmente enamorados de Cristo, siguiendo el ejemplo de estos modelos de santidad sacerdotal”.
Tras el rezo del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, Benedicto XVI ha saludado en varias lenguas. El Papa se ha dirigido en especial a los fieles de lengua polaca, a quienes se ha unido en las celebraciones del aniversario de la insurrección de Varsovia, recordando “el heroísmo de los insurgentes y la fortaleza de la nación” que hizo nacer una Polonia libre. “El sacrificio de sus vidas de frutos de paz y de prosperidad para vuestra patria. Dios bendiga a Polonia y a todos vosotros”.
Éste ha sido su saludo en español: “Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española que participan en esta oración mariana, en particular a las Religiosas Reparadoras del Sagrado Corazón, que están celebrando su Capítulo General. Invito a todos a renovar la mente y el espíritu escuchando la Palabra de Dios, que se proclama en la Eucaristía, donde también el Señor se nos ofrece como comida y bebida de salvación. En este camino de vida cristiana os acompaña la amorosa protección de María Santísima, Estrella de la esperanza. Feliz Domingo!”.