La defensa de la vida ha estado en el centro de la visita que el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, realizó en la tarde de este viernes a Benedicto XVI.
Otros temas del encuentro han sido los resultados de la Cumbre del G8, que justificó la visita a Italia del presidente, la inmigración, la paz en Oriente Medio, el diálogo entre religiones y la crisis económico-financiera, precisa un comunicado difundido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Antes de la audiencia privada celebrada en la biblioteca del Papa, de unos 35 minutos, el presidente estadounidense había sido recibido por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, acompañado por su excelencia el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados.
En los cordiales coloquios, “se analizaron ante todo cuestiones del interés de todos y que constituyen el gran desafío para el futuro de cada nación y para el verdadero progreso de los pueblos, como la defensa de la promoción de la vida y el derecho a la objeción de conciencia”, comienza subrayando el comunicado vaticano.
Desde que llegó a la Casa Blanca, Obama ha tomado decisiones controvertidas sobre temas que afectan a la vida humana, en particular, al levantar restricciones que prohibían la financiación federal de la investigación de células madre embrionarias (que implica la eliminación de vidas humanas), así como las restricciones a las subvenciones públicas a favor de las asociaciones que promueven el aborto en el extranjero.
El Papa regaló al presidente Obama un ejemplar de su última encíclica “Caritas in veritate”, en la que también se afrontan estas cuestiones, y lo que es más inusual, otro de la instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre algunas cuestiones de bioética “Dignitas personae” (firmado el 20 de junio de 2008), en el que se reitera la oposición de la Iglesia al aborto y a las investigación con células madre.
El padre Federico Lombardi, S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, explicó a los micrófonos de “Radio Vaticano”, que el regalo de la instrucción es “muy significativo”.
“En los Estados Unidos de hoy se da un gran debate sobre los valores fundamentales de la defensa de la vida, y en esto la perspectiva de la Iglesia y la política del presidente Obama muestran diferencias, a veces bastante significativas”, siguió explicando el portavoz.
El padre Lombardi reveló que il presidente confirmó en su visita al Vaticano “que tiene toda la intención, con el compromiso del gobierno, de reducir lo más posible el número de los abortos”.
Inmigración, G8, Oriente Medio, crisis…
Según la nota, en la primera visita de Obama al Papa “se hizo referencia también a la inmigración con particular atención al aspecto de la reunificación familiar”.
La Santa Sede explica que en el encuentro también ha surgido temas de política internacional, en particular “los resultados de la Cumbre del G8”, que como afirma la portada de la edición italiana del 11 de julio de “L’Osservatore Romano”, en su declaración final “recoge el desafío de África”.
En los encuentros con el Papa y sus colaboradores se analizaron, además, “las perspectivas de paz en Oriente Medio, en las que se registran convergencias, y otras situaciones regionales”.
“Se ha pasado revista a algunos argumentos de mayor actualidad, como el diálogo entre culturas y religiones, las crisis económico-financiera a nivel global, y sus implicaciones éticas, la seguridad alimentaria, la ayuda al desarrollo sobre todo a África y América Latina y el problema del narcotráfico”, aclara el comunicado.
“Por último, se ha subrayado la importancia de la educación a la tolerancia en cada país”, revela la Santa Sede.
Obama regaló a Benedicto XVI una estola de John Neumann (1811-1860), santo redentorista, nacido en Bohemia, que se convirtió en el primer obispo canonizado de los Estados Unidos (fue pastor de Filadelfia).
A su llegada al Patio de San Dámaso, en el Vaticano, el presidente fue acogido por el prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo y compatriota James Michael Harvey, con quien conversó en varios momentos de la visita.
El coloquio con el cardenal Bertone tuvo lugar en la “Sala d’Angolo”.
El encuentro con el Papa tuvo lugar en tres fases. Primero, el diálogo cara a cara en la biblioteca privada, luego un encuentro privado ampliado a la esposa, Michelle, y a sus dos hijas, las pequeñas Malia y Sasha, y por último el encuentro con la delegación presidencial.
No hubo discursos públicos, como sucede en este tipo de audiencias.
La esposa del presidente llegó una hora antes que su marido al Vaticano, para visitar junto con las dos hijas y su madre la basílica de San Pedro.
Posteriormente bajaron a las Grutas Vaticanas donde están las tumbas de los papas, entre ellas las de San Pedro y Juan Pablo II. Después visitaron la Capilla Sixtina, cerrada en ese momento al público.