Benedicto XVI fue operado esta mañana de una fractura en la muñeca derecha en el hospital Umberto Parini de Aosta. El Papa sufrió una caída el pasado 16 de julio en el chalet de Les Combes (Valle de Aosta) donde transcurre un período de descanso.Ver Video
El Santo Padre entró a las 9,45 en el hospital. “De todas formas -dijo el padre Federico Lombardi, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede-, esta mañana temprano había celebrado la Santa Misa y desayunado”.
Posteriormente el Papa “fue sometido a una intervención de reducción de la fractura y osteosíntesis en anestesia local, con aplicación de un yeso. Las condiciones generales del Santo Padre son buenas”, agregó el médico del Pontífice, Patrizio Polisca, especificando que “el Papa regresará en breve a su residencia”.
Benedicto XVI se trasladó al Hospital de Aosta, a causa de una leve fractura de la muñeca derecha tras una caída en el chalet de Les Combes
El Santo Padre tras sufrir una caída accidental en el chalet en que se aloja durante estos días de descanso en la localidad italiana de Les Combes, en el Valle de Aosta. La caída le ha procurado una leve fractura de la muñeca derecha que ha sido sometida a la atención médica en el Hospital de Aosta.
El Papa, acompañado de su secretario particular, entró por su propio pie en este centro sanitario, donde los médicos han reducido la fractura con una pequeña operación con anestesia local. Por su parte, el padre Federico Lombardi, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede y de nuestra emisora, informa en un comunicado que “a raíz de una caída en su habitación, la noche pasada, el Santo Padre ha sufrido una leve fractura de la muñeca derecha. Sin embargo, el Santo Padre ha celebrado normalmente la Santa Misa esta mañana y después de desayunar, ha sido acompañado al Hospital de Aosta, donde se ha constatado esta leve fractura y se ha procedido a inmovilizar la muñeca.
En cuanto se conoció la noticia, se han ido multiplicando las manifestaciones de cariño y cercanía al Santo Padre que le llegan de todo el mundo. “Le queremos mucho, para nosotros es como un familiar, un pariente y un amigo y queremos que se cuide. Rezamos por él”, ha declarado, en seguida, esta mañana el obispo de Aosta, Mons. Giuseppe Anfossi, añadiendo el anhelo de que se reponga pronto: “Le deseamos sobre todo que se reponga. Quizá las vacaciones sean un buen momento para afrontar también una pequeña dificultad de salud. Deseamos que el Papa sepa que estamos a su lado, con el mayor afecto y respeto”.
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