Queridos hermanos y hermanas de nuestra Diócesis
Como todos conocen, el Santo Padre Francisco nos ha escrito una carta a todos los Obispos de Chile, con ocasión de la reciente visita a nuestro país de dos enviados suyos para recibir informaciones de las víctimas de abusos en el caso del padre Karadima y de otros. El Santo Padre, después de leer el informe que se le ha presentado, ha querido pedir perdón por esos graves hechos y nos ha señalado el dolor y la vergüenza que la ha provocado, saber que de esas informaciones surgen muy graves injusticias en la acogida y reparación de esas personas, víctimas de abusos, cuyas vidas han sido marcadas por graves sufrimientos. Con sinceridad fuerte el Papa nos señala que las informaciones que ha recibido sobre alguno de estos casos, al no ser veraces y equilibradas, lo han hecho incurrir en graves equivocaciones y de percepción de la situación.
Como Obispos hemos recibido esa comunicación con espíritu de fe y obediencia filial, disponiendo nuestro corazón y nuestra inteligencia para escuchar con humildad al Santo Padre, que es el Sucesor del Apóstol Pedro y cabeza de todo el Colegio de los Obispos, en una próxima reunión a las que nos ha convocado a todos. También a mi me duelen en el alma los dolores de esas personas que han sufrido abusos por parte de ministros del Señor y – tal como hace el Papa – pido perdón por ellos y me comprometo a continuar en la misión de liberar a nuestra Iglesia de este mal y – cuando sea del caso y posible – reparar las heridas que se puedan haber provocado. Hemos escritos los Obispos: “Queremos hacernos cargo de los errores que nos correspondan y corregirlos, de tal forma que la Iglesia sea, cada vez más, un ambiente sano y seguro para niños, niñas y jóvenes. Como nos ha dicho Francisco: “Amemos en la verdad, pidamos la sabiduría del corazón y dejémonos convertir”.
Todos sabemos que cuando el Papa nos habla lo hace movido por el Espíritu del Señor y que siempre su llamado es una guía y un camino seguro que hemos de seguir. Como enseña San Gregorio “es al mismo Pedro a quien se dijo: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16, 18). Por lo tanto, donde está Pedro, allí está la Iglesia; donde está la Iglesia, no hay muerte, sino vida eterna. (Comentario, sobre el Salmo 12).
El Papa nos ha pedido ponernos “en estado de oración” que significa que toda nuestra diócesis y sus comunidades debe levantar el corazón al Señor pidiendo por los frutos del encuentro con el Santo Padre con los Obispos y rogando al Señor que convierta nuestros corazones y aparte de nuestra vida el mal inmenso del abuso sexual, tanto en la Iglesia como en otras instancias de nuestra sociedad.
Pido a todos unirse a esta intención y en especial a quienes tiene la maravillosa vocación de ser adoradores del Santísimo Sacramento en las Capillas de la Diócesis.
A María, Madre de la Iglesia, le pedimos humildemente, que nos ayude a ser verdaderos discípulos de su Hijo Jesús.
+Juan Ignacio, Obispo de San Bernardo
San Bernardo, 13 de abril de 2018