Publicamos el documento de Monseñor Juan Ignacio González para la atención pastoral a los enfermos y que ha sido validado por profesionales de la salud. Mientras no se decrete cuarentena total es posible asistir a los enfermos graves en peligro de muerte que los soliciten.
1. La atención pastoral a los enfermos está en el corazón mismo de la misión de la Iglesia y es una tarea irrenunciable. En este espíritu, pedimos a los sacerdotes que tomen todas las precauciones debidas al momento de atender a un enfermo.
2. Ofrecemos el siguiente protocolo, que ha sido validado por profesionales de la salud. Mientras no se decrete cuarentena total es posible asistir a los enfermos graves en peligro de muerte que los soliciten. Una vez decretada, sólo podrá hacerse con un salvoconducto de la autoridad correspondiente o con su permiso en cada caso.
3. Los sacerdotes que deban visitar un enfermo grave, para quien se solicita el sacramento de la Santa Unción, primero deben tener la certeza de no estar ellos afectados por el virus o, por lo menos, no tener ningún síntoma conocido (como tener temperatura superior a la normal).
4. Los sacerdotes de la tercera edad o con enfermedades respiratorias, cardíacas o crónicas, por ser grupo de mayor riesgo, no conviene que entren en contacto con personas contagiadas por coronavirus y por tanto, no deben administrar ellos el sacramento.
Sacramento de la Unción a personas infectada con Covid 19
5 Los sacerdotes que visiten a una persona contagiada con el Coronavirus, deben hacerlo con las siguientes precauciones:
a. Uso de guantes
b. Uso de mascarilla u otras indicaciones del centro asistencial.
c. Mantener la distancia social (un metro, aproximadamente). Se entiende que la excepción es al momento de administrar el óleo. Debe lavarse la manos inmediatamente después de haber administrado el sacramento, es decir, haber tocado con sus manos el cuerpo del enfermo y antes que termine la liturgia propia de la ceremonia. Debe usarse una formula breve y esencial. La comunión, si acompaña el sacramento, debe darse en la mano.
e. Mantener la distancia social también con la familia, en el entendido que pueden ser agentes de contagio.
Sacramento de la Unción para personas no infectadas del virus
6. Los sacerdotes que visiten personas con cualquier otra enfermedad deben tomar medidas similares:
a. Uso de mascarilla.
b. Mantener la distancia social (un metro, aproximadamente). Se entiende que la excepción es al momento de administrar el óleo. Deben lavarse las manos inmediatamente después de haber administrado el sacramento, es decir, de haber tocado con sus manos el cuerpo del enfermo, y antes que termine la liturgia propia de la ceremonia. Debe usarse una formula breve y esencial. La comunión, si acompaña el sacramento, debe darse en la mano
c. Mantener la distancia social también con la familia.
7. No olvidemos las palabras del Apóstol Santiago “¿Sufre alguno entre vosotros? Que haga oración. ¿Está alguno alegre? Que cante alabanzas. ¿Está alguno entre vosotros enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor; y la oración de fe restaurará al enfermo, y el Señor lo levantará, y si ha cometido pecados le serán perdonados” (Sgto. 5, 13-15).
8. El Papa Francisco, recientemente ha alentado a los sacerdotes: “Pidamos al Señor también por nuestros sacerdotes, para que tengan el valor de salir e ir a visitar a los enfermos, llevándoles la fuerza de la Palabra de Dios y la Eucaristía, y de acompañar al personal médico y a los voluntarios en el trabajo que realizan”
+ Juan Ignacio González Errázuriz
Obispo de San Bernardo- Adm. Apostólico de Rancagua
07 de abril de 2020._