Hoy 7 de marzo de 2022 ha fallecido Monseñor Héctor Vargas Bastidas, Obispo de San José de Temuco. Nuestra oración se eleva al Señor pidiendo por su eterno descanso, y al mismo tiempo para agradecer los años de entrega y servicio a la Iglesia y al país, primero como sacerdote salesiano y luego como Obispo de Arica y Temuco. Fue una persona que buscó al Señor y lo sirvió con empeño y pasión en el servicio sacerdotal y episcopal. Dedicó su vida entera, desde muy joven, a la educación, primero en los colegios salesianos y luego en la Conferencia Episcopal, en el Área de Educación, donde supo representar los principios y valores de la escuela católica en muchos ámbitos de la vida del país, y particularmente en las relaciones con las autoridades de diversos gobiernos. Perseverante y trabajador, no dejaba pasar el tiempo en su afán de mejorar la formación católica de los jóvenes.
Muy buen amigo, cercano y colaborador, mantenía un habitual contacto con él, especialmente comentando las diversas incidencias que en el ámbito educacional se estaban produciendo en el país. Tenía mucha preocupación por los rumbos que iban tomando las nuevas teorías educativas y, en especial, por aquellas que implicaban contradecir en aspectos esenciales la antropología católica, que es el fundamento del proceso enseñanza-aprendizaje.
Fue un servidor bueno y fiel de la Iglesia y de sus hermanos. Llegando a Temuco se impuso la tarea de comprender a fondo el proceso que se había originado en la Araucanía y entregó aportes valiosos a la autoridad, presidiendo diversas instancias de diálogo. Era una persona optimista por naturaleza y estaba convencido que, por la vía de la amistad fraterna, la conversación y el diálogo, se podían acortar las distancias. Se empeñó en ello con todo su ser.
Cuando la enfermedad grave tocó las puertas de su vida, la recibió con entereza cristiana y se dispuso a hacer lo necesario para superarla. Fue ejemplar en la forma de llevar sus dolencias, mostrándose siempre alegre y entregado en las manos del Señor y de María Auxiliadora, que había aprendido a amar, de mano de su santo Fundador, San Juan Bosco.
Pedimos humildemente al Señor que lo tenga en su reino, como un servidor fiel en esta tierra y oramos por la Diócesis de San José de Temuco, que llora a su pastor y por su familia espiritual que ve partir a uno de los suyos. También enviamos nuestros saludos y oraciones a su familia en esta tierra, que también llora.
Desde la fe, con la certeza de la vida eterna, saludamos a Héctor y agradecemos al Señor haberlo conocido y compartido con él, desde los primeros años de su episcopado, camino que iniciamos a la par.
Dale Señor el descanso eterno y que brille para él la luz de la eternidad.
+Juan Ignacio González Errázuriz
Obispo de San Bernardo
San Bernardo, 7 de marzo de 2022