Publicamos el Mensaje de Monseñor Juan Ignacio González al iniciar el Mes de María en nuestra Diócesis y Patria, mes dedicado a nuestra Santísima Madre.
Queridos hermanos y hermanas
Iniciamos hoy el Mes de María, devoción muy arraigada en nuestra Patria y vivida por cientos de años entre nosotros. Lo hacemos en momentos difíciles para Chile y el mundo, cuando guerras y divisiones se han extendido por muchas partes. También la Iglesia de Jesucristo sufre por esas divisiones y por nuestros pecados. Por estas razones y muchas otras que algunas veces parecen oscurecer el horizonte, ir de la mano de María en los tiempos actuales es una necesidad para los hijos de Dios, y para nosotros una expresión maravillosa de esa cercanía a la Madre de Dios, es celebrar santamente su mes.
Volvamos, entonces, a recitar y meditar las oraciones que por tantos años han elevado a la Madre de Dios nuestros antepasados: “nos amaremos, pues, los unos a los otros, como hijos de una misma familia cuya madre sois, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal”.
Esta será la principal petición que haremos a nuestra Madre del cielo: que traiga la paz y la concordia a Chile, que mantenga la unidad de la Iglesia y que, verdaderamente vivamos como hermanos, hijos todos de Dios nuestro Padre y hermanos de su Hijo Unigénito, Nuestro Señor Jesucristo.
Con mi afectuosa bendición
+Juan Ignacio