Señaló Monseñor Juan Ignacio González al celebrar este 5 de enero la Misa de Réquiem en memoria de Benedicto XVI fallecido en la ciudad de Roma el pasado 31 de diciembre del 2022.
La ceremonia Eucarística celebrada en la Iglesia Catedral de San Bernardo, contó con la presencia de fieles que se unieron en oración por el eterno descanso del Papa Emérito de la Iglesia Universal.
En su homilía Mons. Juan Ignacio destacó que “Estamos ofreciendo el santo sacrificio del altar por el eterno descanso del Papa Emérito Benedicto XVI, cuyas últimas palabras que se le oyó decir fueron “Jesús te amo”, es decir murió como vivió”.
Asimismo, enfatizó que “… lo que hizo a Benedicto XVI un hombre de Dios, un hombre capaz de alumbrar las realidades humanas en los más altos niveles y reunirse con los grandes de la tierra desde la humildad, fue precisamente su comunión con el Señor. Su lema episcopal: Cooperadores de la verdad, la verdad está ahí y es Dios”.
“…lo movía el amor a Dios, su vida estaba movida por eso, sus preocupaciones, su deseo de transmitir el evangelio, era una manifestación más de esa luz que había en su corazón y en su alma que producía la gracia. Benedicto XVI es un hombre santo que nos da ejemplo de coherencia y de correspondencia a la gracias de Dios”, concluyó el Obispo de San Bernardo.